miércoles, 23 de noviembre de 2011

¡Vamos a levantarnos!

Tomado de La Patria, el 23 de noviembre. Por @mariagiraldo, Maria Carolina Giraldo


¿Cuál de los grandes pueblos de la humanidad no ha tenido una crisis? Justamente su grandeza se basa en la capacidad que tuvieron de sortear los retos con una actitud crítica y propositiva para salir adelante. 
Este ha sido un año especialmente difícil para los caldenses. Pero nosotros, nietos de arrieros, que dejaron Abejorral y Sonsón buscando una mejor vida, también llevamos en nuestros genes ese anhelo por un futuro más próspero. 
Vamos a empezar por reconstituir nuestra identidad como ciudadanos cívicos y solidarios, ayudando en la reconstrucción de los hogares y las vidas de damnificados del barrio Cervantes. Ese será el símbolo fundante de nuestro cambio. Ya hay un grupo de gente muy generosa trabajando en este frente, pero aún se necesitan más ayudas, más donaciones, más voluntarios. 
También es importante que basemos este gran cambio en una actitud crítica y responsable sobre lo que nos ha sucedido, solo así podremos evitar repetir esta historia. No vale enfocarnos solamente en el futuro y dejar lo ocurrido atrás, todos debemos asumir las responsabilidades que nos corresponden. Lo único que puede permanecer en el pasado son los tiempos de irresponsabilidad ciudadana y política. Tampoco se trata de levantarnos exaltando a nuestros ancestros de raza pujante con retóricas vacías de contenido, ideas, acciones y compromiso.
Vamos a conocer mejor nuestro territorio, cuidar el medio ambiente, aprenderlo como nuestra casa y sacar de él un provecho responsable y sostenido para nuestro desarrollo económico. Proyectos como Procuenca, ya nos demuestran que esto es posible. 
Vamos a refundar la vocación productiva de la ciudad y a generar empleo y posibilidades de desarrollo para todos los caldenses. Más de 80.500 personas votaron por hacer de la educación una prioridad en el ámbito público y privado. La idea es que podamos fortalecer la educación para convertir a Manizales en una ciudad de conocimiento, en la que su principal producto de exportación sean las ideas, no los ciudadanos. El proyecto de Escuela Activa y contar con inversionistas extranjeros desarrollando, con ingenieros locales, planos hidráulicos y eléctricos para construcciones en Europa, nos muestran que tenemos todas las potencialidades para apostarle al conocimiento. 
Vamos a reconstruir la forma de hacer política en Caldas, basada en el respeto por el ciudadano y la búsqueda del bienestar general, en la cual los bienes públicos pertenezcan a todos. Vamos a salir de nuestros años de inercia política, vamos a elegir candidatos por sus ideas, sus acciones, su coherencia y su responsabilidad con sus electores. 
Esta crisis sirvió para que jóvenes valientes salieran de su anonimato ciudadano, organizaran masivas marchas, se animaran a tomar cursos de participación ciudadana y exigieran responsabilidad a aquellos que han elegido mediante su voto. Tengo depositada en ellas la esperanza por un cambio en la política en Caldas. 
Vamos a fortalecer la relación con nuestros vecinos, fuimos grandes cuando fuimos uno, es necesario que nos sobrepongamos a años de peleas y roces. Tenemos la gran potencialidad de convertirnos en una conurbación de cerca de 2 millones de habitantes, los odios del pasado no pueden privarnos de esta gran oportunidad. Requerimos pensar en un desarrollo planeado, consensuado equitativo y justo para los tres departamentos y el Norte del Valle. 
Lo más satisfactorio de todo es que estas ideas no son mías, es decir, están bien pensadas, bien formuladas, son consensuadas. Estas propuestas son el producto de varios procesos participativos que se vienen adelantando en el Departamento desde hace años, como Manizales 2019, Estoy con Manizales (http://manizales2032.ning.com), Caldas Territorio Socialmente Responsable (www.observatoriorse.org) y el foro ciudadano por la educación, entre otros. Estos son espacios abiertos, todavía en construcción, con muchísimos frentes de acción, más que los resaltados en esta columna. En estos escenarios todos los ciudadanos estamos invitados a comprometernos, participar, aportar y trabajar para hacer de Caldas un mejor lugar para todos. 
Que las víctimas del barrio Cervantes sean el detonante para probarnos a nosotros mismos, y si queremos a Colombia, que no somos inferiores a nuestros ancestros, que a punta de azadón y pala, le dieron al país su primer producto de exportación, su primera fuente de desarrollo, su primera identidad Nacional.

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