viernes, 4 de noviembre de 2011

LA PENURIA DE NÉCTAR SUBSTANCIAL, A DE EMPRENDER UNA EXPEDICIÓN EN BUSCA DE YACIMIENTOS… DE CONCIENCIA

Desde que el termino SOCIEDAD brotó en la concepción humana,  el quehacer de la especie a estado en procura de ello, de sostener una comunidad mediante el  manejo de recursos y mediante la gobernabilidad de ellos, no obstante subsiste alrededor de la sociedad colombiana un imperioso eje de locomoción social, un eje vertebral casi invisible; la CULTURA.

Es consecuente, dada la situación actual de la sociedad manizaleña, hacer alusión a la gobernabilidad y a la cultura como las bases del direccionamiento social, el mismo direccionamiento que lleva el lastre de que históricamente se ha excluido la cultura y solo se ha delimitado la SUCIEDAD, perdón, la sociedad a ser construida bajo el concepto simple de gobernabilidad.

Mueren las conciencias de los gobernantes que carecen de cultura, de una transparencia certera, mueren sus ideas de campaña cuando la avaricia toca la puerta de sus pechos mientras se inflan sus bolsillos del capital público que los emprendedores y los obreros modestamente incrementaron con algunos pagos de impuestos, y muere  el ethos de los políticos prostituidos en un modelo gubernativo no controlado, se mutan en ladrones.
 Para destacar, solo queda la cultura del pueblo manizaleño, fue agradable ayudar a un anciano o a una señora o algún niño sacando el poder de sus pequeños músculos para cargar un balde con agua. Se ha mostrado inconformismo, pero de un modo pacífico, Manizales es un conglomerado de seres que respetan las filas y que propenden por el servicio, pero que con el nivel cultural hizo más protesta que nunca, porque dio ejemplo a sus gobernantes, pero con la certeza de gritarles con sus actos que no tolera la insuficiencia gerencial de sus líderes.

Por otro lado seria grandioso que esta situación hubiera despertado conciencia ambiental en la ciudad, hemos de proteger el elemento vital, la substancia de la PACHAMAMA, hemos de comprender que somos seres de la tierra, ambiental, elemental y cósmica, las montañas le dieron alivio a Manizales, y la conciencia, como un cambio de paradigma, debe tomar parte de la cultura política, y social, de los votos que se consignen en las urnas de elecciones y de la educación académica y familiar, el desarrollo so puede seguir basándose en la edificación, sino en la culturización y en la buena gobernabilidad, esperemos que lo hagan, y que sínicamente no cataloguen estas ideas, (como siempre lo hacen) de “Idealismo romántico”, tan solo porque rompe con el esquema capitalista que sustenta al mundo desde el ego hasta las apariencias.   

Fausto Lamprea Piedrahita

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