Esta es una frase popular que hoy cobra gran vigencia. Mientras algunos ya se han olvidado de la situación que afronta la ciudad, unos se conformaron con unas pocas gotas cada dos o tres días; pero para otros, enfrentar cada día se ha vuelto más que una odisea.
Si bien es cierto que nos une una misma tragedia, cada quien lleva por dentro una procesión diferente.
Es suficiente con escuchar las historias de las personas, mientras hacen fila para abastecerse del líquido. Además del sol, de la lluvia, del dolor lumbar, hay cosas de mayor fondo que nadie conoce y que sólo conoceremos, dependiendo del sector en el cual nos desenvolvamos
Para citar un ejemplo podríamos ver un fragmento de la Directriz de la secretaria de educación a los rectores de las Colegios de la ciudad “Cada institución con aprobación del consejo directivo deberá presentar a la secretaria de educación el próximo miércoles 2 de Noviembre, un plan de trabajo de compensación de una semana, que puede contener estrategias como la ampliación de jornada, implementación de jornada contraria, realización de actividades académicas el día sábado, entre otras” como si la comunidad educativa fuese la responsable de la tragedia.
Podríamos pensar en las personas del barrio La Cumbre, quienes cuando inició la emergencia; ya llevaban dos días sin el servicio.
En una de las filas escuché a una señora que llevaba dos días en la ciudad. Su esposo consiguió empleo hace poco aquí y le dijo que no se viniera aún, que aquí la cosa estaba grave; pero ella viendo las noticias, escuchó al alcalde decir que el viernes (octubre 28) reanudarían el servicio y haciendo caso al alcalde, empacó sus maletas y se vino a vivir a Manizales; se vino a conseguir agua a una ciudad que no conoce y en donde tampoco conoce a nadie. No supe más de su historia, porque lastimosamente el agua en el CAI del Parque Caldas se acabó y ella salió corriendo dizque porque en el Parque Bolívar había un carro más grande.
Conozco otra persona que había inaugurado un pequeño negocio de comidas rápidas una semana antes de la emergencia. Como era más costoso pagar un empleado, que cocinaría sin agua, para no venderle a nadie; fue más fácil cerrarlo hasta que hubiese agua de nuevo.
Cada vez que leo un chiste relacionado con el agua, comprendo que más que un chiste, es la manera perfecta de burlarse de su propia tragedia. ¿Qué decir de aquellos que sólo pueden usar el baño en su trabajo dos veces al día?
Conseguir agua va más allá del ingenio con que se cuente. Si sólo se tiene un balde, vaya a la fila en el carrotanque; si va a ir a un lavadero de carros usted debe tener un carro; si no tiene carro, pero tiene para el taxi; debe tener recipientes que tapen bien, nadie lo va a llevar con sus baldes; si no tiene los recipientes…y así podríamos seguir.
El martes regresé al trabajo, no tenía agua en casa y cuando llegué a mi colegio, allí había tres tanques de 2000 litros llenos, que pusieron allí por ser un puesto de votación, pero yo no podía traer agua para mi casa porque no tengo carro, ni recipientes que se puedan llevar en taxi…
Sandra Milena Duque M.
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