jueves, 3 de noviembre de 2011

LA RESPONSABILIDAD TAMBIÉN ES NUESTRA

Del blog de @cuimbo: http://borborismocerebral.lacoctelera.net/post/2011/10/23/la-responsabilidad-tambi-n-es-nuestra


En Manizales no tenemos agua. Ya suena trillada esa frase después de varios días en que al abrir los grifos en nuestras casas, sólo se escucha un quejido cómo de ultratumba. Pero no; dice nuestro ilustre alcalde que agua si tenemos, sólo está llegando por otros medios; frase con el mismo tufillo cínico y de desinterés por la gente, como aquella en la que dijo que no le interesaba lo que pasara con el TIM, pues al fin y al cabo el nunca lo iba a utilizar. Ese ha sido el talante real de nuestro alcalde y de nuestros mal llamados gobernantes.
¿Creen ustedes que ante personas de este tipo, haya alguna protesta que valga? ¿Es ante ellos qué que debemos protestar, cuando ya han demostrado su ineptitud y su incapacidad? ¿Piensan que en su interior hay un espacio en el que se sienten de alguna forma responsables por lo que está pasando? ¿Y de que nos serviría que así fuera? ¡Dejemos a un lado nuestra ingenuidad y nuestra desidia! ¡Dejemos de aparentar ante el resto del mundo que somos la ciudad perfecta, la sociedad culta y decente que decimos ser! ¡Y lo más importante, no nos engañemos más a nosotros mismos!
También somos responsables de lo que está pasando y nuestra responsabilidad va mucho más allá del simple pero aparentemente difícil acto ecológico de ahorrar agua y de forma individual y familiar, cuidar la naturaleza que nos rodea.
También somos responsables de lo que está pasando. Desde el momento de endosar nuestro voto por dinero, por promesas de prebendas de cualquier tipo; desde el instante que nos dejamos manipular por las maquinarias políticas y no ejercemos nuestro deber democrático a conciencia, eligiendo para que gobiernen a personas incapaces de gobernar, cuyo único interés es sacar provecho de forma egoísta y por que no decirlo, criminal; de todo el dinero que pasa por sus manos; dinero producto de nuestro trabajo, qué sale de nuestros impuestos, que lleva en su tinta nuestro sudor. Y somos nosotros quienes los elegimos. ¿Qué podemos esperar de personas elegidas de esta forma? Nuestro derecho a protestar nadie puede quitárnoslo; pero su legitimidad se ve minada cuando aquellos quienes son objeto de nuestras protestas fueron elegidos por nosotros bajo premisas equivocadas; no fueron electos para que gobernaran pensando en el bien común, sino para que retribuyeran nuestro voto con las migajas que quedan luego de que se han saciado con lo que nos corresponde. Y esa indignación que vivimos, más que justa y para mi gusto tardía y parca, se ve opacada cuando no hemos ejercido nuestro derecho al voto, cuando dejamos las decisiones importantes en manos de otros, cuando olvidamos que manifestar nuestra opinión de no elegir a nadie es una opción tan importante y legítima como cualquiera.
También somos responsables de lo que está pasando. Ser ciudadanos no es sólo portar una cédula y usarla únicamente en época electoral. Ser ciudadanos es involucrarnos de manera directa en el manejo de la ciudad, siendo actores activos dentro de los procesos y proyectos que deseamos, siendo fiscales de las obras que se desarrollan y de las acciones de los funcionarios públicos. Ser ciudadanos es apropiarnos de nuestro entorno, no podemos vivir sin siquiera mirar que están haciendo otros con el mundo inmediato que nos rodea, la indiferencia, la desidia y la comodidad nos han llevado a que sean otros, con sus actuaciones egoístas, los que determinen la dirección hacia la que queremos llevar nuestra ciudad, conduciéndonos a un punto de vulnerabilidad tal, que hoy tiene a niños y ancianos acarreando agua y que me lleva a pensar en nuestra situación respecto al suministro de electricidad, gas y servicio de aseo.
También somos responsables de lo que está pasando, pero es el momento de asumir esa responsabilidad de forma positiva. Protejamos nuestro entorno y nuestros derechos; votemos a conciencia, no por maquinarias o por prebendas y no olvidemos que el voto en blanco es una opción válida; apropiémonos de nuestra ciudad, determinemos su destino, que en gran parte es el nuestro y el de nuestros hijos, hagamos propuestas, defendamos nuestros derechos, vigilemos las obras y los funcionarios, salgamos de una vez por todas de ese sopor que ha permitido que lleguemos a este desastre que pudimos haber evitado.
PD: El comunicado enviado por la Corporación Cívica de Caldas me parece oportunista, populista, tardío y me da la sensación de que es un intento burdo de quedar bien con la gente. Me pregunto qué ha hecho la Corporación como veedor civil, en relación con la reparación de la planta de Niza?

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