viernes, 18 de noviembre de 2011

42. Del correo abierto de la Patria, Hernando Arango Monedero

Señor Director:


Creo que ningún manizaleño tiene razones para callar ante los hechos habidos en la ciudad en los últimos días.
Para iniciar, tenemos la muy deplorable falla de las directivas de Aguas de Manizales, las que a sabiendas de que la ciudad y sus alrededores son altamente riesgosas por causa de los deslizamientos y avalanchas, y más, en tiempo de invierno no apuraron las determinaciones en la reparación de la planta de Niza y se la jugaron a que no ocurriera nada, lo que sí ocurrió para desgracia de nuestro pueblo e incremento de la mala fama que ya nuestras autoridades, con el silencio y complicidad nuestra, se han encargado de transmitir al país.


Y es que nada les faltó desde Aguas de Manizales para que las cosas se dieran como en efecto ocurrieron. Hace cosa de seis meses, una avalancha de la quebrada El Perro, por poco se lleva los tubos que nos traen el agua desde Gallinazo. No hace tres meses, otra avalancha, esta de la quebrada que pasa por Maltería, por poco no se lleva los mismos tubos que nos traen el agua. Pero todo estaba bajo el control y podía ser superado según el Gerente de Aguas. Y la Junta de Aguas parece que ni se enteró, y si lo hizo, creyó torpemente en que nada pasaría; pero pasó.
Nuestro Alcalde, el doctor Llano, por quien voté para que fuera elegido, cree que los ciudadanos no tenemos derecho a exigirle cuentas por lo que ha sucedido, y de conformidad con sus palabras, quienes le han pedido cuentas en nombre de los que no tienen voz, están politizados y nada tiene que decir al respecto, pues solo lo hará ante los entes de investigación respectivos. ¡Vaya!. Vaya respuesta, cuando para nadie es un secreto que los responsables de lo sucedido son quienes tienen el manejo y a su cargo responder por los servicios públicos de la ciudad, y, de lo que estamos seguros, es que esa responsabilidad no nos cabe a los de a pie, los ciudadanos del común.


Extraña sobre manera que, todo un ejecutivo de armas tomar como es el doctor Llano, no haya procedido aún a destituir a un gerente que de esta manera le faltó a la ciudad y en materia grave. ¿Qué está esperando el doctor Llano? ¿Acaso en sus empresas nunca tuvo que proceder ante un hecho de naturaleza grave en la que, un subordinado suyo hubiera incurrido en un error de envergadura? SI así no procedió en el pasado, como tampoco ha procedido ahora, ¿en manos de quién o de quiénes estamos?


Y, si de esta manera procede el jefe, ¿qué esperar del Gerente de Aguas, quien carece de todo pudor, decoro y responsabilidad como quiera que no ha insinuado su renuncia como el principal y más directo responsable de lo que a Manizales le ha ocurrido y que en lo sucesivo tendrá que arrastrar en su desarrollo?
Vergüenza nos tiene que dar por el silencio cómplice a que nos convocan y obedecemos. Vergüenza nos tiene que dar por la falta de valor y de entereza que estamos transmitiendo al país y por lo que, como ejemplo, estamos dejando a nuestros hijos, por que una cosa es ser educados y pacíficos, y otra es el ser calzonudos, débiles de carácter y simples mequetrefes sobre los que cualquier cosa puede darse.


Y, a todas estas: ¿En dónde están los que entre nosotros se las dan de líderes?; ¿En dónde los representantes de los gremios?; ¿En dónde está el partido político del Alcalde y del Gerente de Aguas, que debe exigirles el cumplimiento estricto de sus deberes y que no los hagan quedar mal?
Y, nada que decir por ahora sobre los tristes sucesos del Barrio Cervantes. Ya habrá tiempo y argumentos para analizar lo que allí sucedió y sobre cómo procedieron las autoridades. La ciudad tendrá que llorar primero sus muertos.
Vaya pernicie en la que nos encontramos señor Director.


Hernando Arango Monedero

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