domingo, 13 de noviembre de 2011

23. Hasta la pseudo-democracia que sirvió de mecanismo para su elección tiene márgenes de lo feo y de lo bello.

Manizales, 13 de noviembre de 2011

Señor:
JUAN MANUEL LLANO
Alcalde de Manizales

Cordial saludo;

Por medio de la presente, obrando en ejercicio de mis derechos políticos, le solicito respetuosamente que renuncie a la dignidad del cargo de Alcalde de Manizales que usted, con la sorpresa de todos, aún ostenta.

Las razones que motivan mi petición las conoce de sobra, son como los melones que se pudren sobre el césped a la vista de todos, que nadie se atreve a levantar, pero que sí tuviesen el coraje de animarse, se sepultarían a sí mismos - en el acto - por el bien de todos, sin embargo, entiendo bien que los servidores públicos como usted que se designan en las reuniones sociales de “alta alcurnia” no son melones, más bien son cacaos oportunistas que resguardan los intereses económicos de sus amigos de élite. Por ello, no ahondaré en las actuaciones que servirán de base para su eventual condena por parte de la Procuraduría, de la Contraloría y espero que de la justicia penal (usted sabe que será condenado, se trata de un secreto a voces sueltas en los pasillos de los organismos de control y de la jurisdicción penal), por lo cual, no mancillaré más sus nervios, la poca cordura que lo acompaña, en poco, será reclamada por la vorágine de la locura de sus culpas.

Lo que quiero añadir es del orden estético; hasta la pseudo-democracia que sirvió de mecanismo para su elección tiene márgenes de lo feo y de lo bello. Estos márgenes están mediados por la capacidad de representación del pueblo – populacho en términos suyos. No se compadece con los estándares estéticos de la representación que usted no haya renunciado tras la marcha de antorchas donde se le exigió claramente, o después de que se vio obligado a mudarse a las instalaciones del batallón Ayacucho ¿A qué le temía en ese momento sino era a la reacción de su propio pueblo?, o a que usted recibió el líquido vital en su propia casa y sus representados lo escanciaron, incluso, en el nacimiento cadavérico del cementerio San Esteban, o a los miles de Manizaleños que padecimos enfermedades gastrointestinales y con todo, incluyendo las condiciones deplorables de sanidad, nos disecamos bajo el sol haciendo una fila para esperar agua que ni siquiera era potable.

Aún más, por su actitud contumaz; recalcitrante a la hora de cumplir el objetivo de culminar su periodo institucional de gobierno (que solo quiere usted, sus más cercanos colaboradores y los responsables de las tragedias de Manizales) en todo el mundo somos considerados la caricatura de la incultura política, de un pueblo que elige y permite la continuidad de gobernantes corruptos, ignorantes e indiferentes ante lo público y que no ejerce el poder de constituyente primario que le es propio. Es claro que el pueblo es medido por la envergadura de sus representantes; entonces, figúrese usted que conoce bien el cúmulo de sus debilidades tanto de formación – ni siquiera es capaz de hablar de forma coherente – como éticas – dependencias que hoy son consideradas como enfermedades - lo que piensan de nosotros, otrora, para bien o para mal, considerados personas medianamente cultas en lo político: este juicio ya no es ni siquiera una representación espectral. La única manera de superar semejante imagen a la que usted aportó de forma decidida comienza por una renuncia motivada en la cual explique como usted ya no representa los intereses de la ciudad y, más importante, que no es un digno representante de los manizaleños.

En cualquier caso, no le brinde valía al consejo de sus asesores – medite en el lío en que lo tienen metido – renuncie de una vez por todas. No le preste atención al argumento consistente en que su renuncia será usada como un indicio para justificar las condenas que justamente recibirá, de hecho, las autoridades ya cuentan con las pruebas suficientes para condenarlo.

Espero no ser inoportuno.

Esperando su respuesta;


JUAN FELIPE OROZCO OSPINA
Ciudadano de Manizales
Docente Universidad de Caldas

No hay comentarios:

Publicar un comentario