viernes, 11 de noviembre de 2011

2. Atar lazos

De @sebastianvq


Desde twitter, algunos manizaleños nos hemos hecho la pregunta de qué hacer ante todo lo que ha pasado en la ciudad en los últimos días. Inicialmente reacciones con enojo e indignación ante la ineficiencia del Acalde que terminó en una ciudad sin agua durante casi 2 semanas, luego nuestra ira creció al ver cómo los políticos profesionales se aprovechaban sin pena de la crisis para pescar en río revuelto los votos necesarios para ganar las elecciones. En ese momento, la sensación fue de promover una forma de votar para castigar nuestros políticos y para hacernos sentir como ciudadanos.

Algunos vivieron y otros presenciamos emocionados en frente de nuestros computadores, cómo muchos manizaleños se decidieron a caminar, a prender una vela, a gritar una arenga. Aquí los sentimientos fueron diferentes. Continuó la rabia y el rechazo ante unas autoridades municipales indolentes e incapaces de cumplir su labor, pero dominó la tristeza de saber que 48 personas murieron. Y la marcha del miércoles en la noche reflejó la tristeza contenida, la rabia represada, la indignación cultivada; pero sobre todo, esa marcha empezó a producir algo que me parece fundamental: empezamos a reconocernos unos a otros como manizaleños y que nos necesitamos mutuamente para vivir como sociedad. La protesta quiso recordar y valorar a algunos que se fueron por causas de la naturaleza, y tal vez, por la ineficiencia en la gestión pública. La marcha fue el esfuerzo de algunos (muchos) manizaleños por decirles a otros manizaleños, que algunos de los nuestros murieron. Logramos que unos les dieran voz a otros.

¿Y qué hacer de aquí en adelante? Seguirnos juntando. No se trata de una marcha semanal, ni de un evento público mensual. Esa juntada significa para mí continuar con la charla en torno a un tinto, o a un vaso de agua si el Alcalde lo permite. Juntarnos significa seguir conociéndonos, expresando lo que sentimos, y proponiendo y haciendo en el día a día lo que consideramos mejor para la ciudad.

No tengo claro por qué se debe pelear, ni qué tipo de ciudad queremos. Creo que atreverse a plantear eso ya, es además de irrespetuoso, carente de sentido. El juntarnos que me imagino busca contestar esas preguntas.

Juntarnos para no olvidar a los que se fueron por una absurda muerte. Juntarnos para decirle al alcalde que así le falte un mes, nos parece de los peores alcaldes de la historia y que debería renunciar. Juntarnos para empezar a soñar cómo evitar que lo sucedido el último mes en Manizales vuelva a ocurrir. Juntarnos con el desconocido a partir del dolor de la muerte. Sentirnos manizaleños con alguien que nunca hemos visto, pero con el que sentimos que hay historia compartida y confianza en construir un destino común.

Con copia a la Procuraduría General de la Nación

No hay comentarios:

Publicar un comentario